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Agujas en un pajar: Ciudad de México

¿Cómo se protege una urbe con una población de más de 20 millones de personas frente a la amenaza creciente de los delitos y los asaltos callejeros? Las autoridades de Ciudad de México han recurrido a la tecnología en busca de una respuesta.

Resumen
  • Frente a un aumento constante de la violencia y la actividad delictiva, las autoridades de Ciudad de México han recurrido a la tecnología para ayudar a solucionar el problema
  • En 2009 se lanzó el programa «Ciudad Segura».
  • Ahora existe una red de cámaras de alta tecnología que funciona las 24 horas, lo cual ha contribuido a una importante reducción de los delitos de «gran impacto» en la ciudad.

 

«Atracos a mano armada, secuestros “exprés”, robos y secuestros de vehículos, fraudes con tarjetas bancarias y diversas formas de delitos callejeros y en el ámbito residencial forman parte de las preocupaciones diarias. La baja tasa de condenas a los delincuentes contribuye a que existan tantos delitos. Los delincuentes escogen a sus víctimas fijándose en si tienen aspecto de personas acomodadas, débiles o de estar despistadas. Las muestras de riqueza son un imán para los ladrones en Ciudad de México.»

 

México 2014. El Informe sobre delincuencia y seguridad: Ciudad de México publicado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos presenta un panorama desolador. Si bien es cierto que México es considerado una de las grandes economías emergentes del mundo y que solo en 2013 atrajo 35.000 millones de USD de inversión extranjera, el país tiene que luchar contra su mala fama. La guerra de la droga, los delitos violentos, el crimen organizado y la corrupción destacan con fuerza. Esto es algo que ha de cambiar si se quiere sacar partido del crecimiento económico y del interés internacional. Tal vez Ciudad de México ―situada en el epicentro de estas inversiones― se haya librado de lo más crudo de esta guerra de la droga, pero su población de 21 millones de personas, junto con unas infraestructuras poco desarrolladas y unas calles congestionadas por el tráfico, plantea un importante desafío a la labor policial. Esto ha sido incluso peor debido a que tradicionalmente no se denuncian todos los delitos y a la falta de confianza en la policía.

 

Pese a contar con la mayor proporción de agentes de policía por habitante del mundo (en torno a 80.000 agentes), se trata de un problema que las autoridades del Distrito Federal no pueden atajar con un aumento de los recursos humanos. En vez de eso, han recurrido a la tecnología para combatir el crimen con mayor eficacia, aumentar la conciencia social sobre sus esfuerzos en la lucha contra los delincuentes y, a la vez, mejorar la calidad de vida de la ciudad.

 

Una visión de la ciudad

En el año 2009, Thales diseñó e instaló el programa «Ciudad Segura» en asociación con la compañía nacional de telecomunicaciones Telmex. Esta última se ocupó de aportar una red de fibra óptica específica y otras infraestructuras de comunicaciones necesarias para dar soporte al programa. Por su parte, Thales suministró una serie de tecnología de alta gama y creó el software para afrontar la magnitud del proyecto. Asimismo, supervisó las obras de un centro de mando central y cinco regionales. Antes de que el programa hubiese finalizado, el entonces alcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, viajó a varias ciudades de todo el mundo para ver cómo se gestionaban allí los proyectos de vigilancia urbana y qué tecnología utilizaban.

 

Pero su ambición de transformar la ciudad en un lugar más atractivo donde vivir y trabajar, tanto para sus residentes como para los visitantes extranjeros, planteaba grandes exigencias al proyecto. Una red con más de 8.000 cámaras se ocupa ahora de grabar las calles de Ciudad de México las 24 horas todos los días de la semana. Funciona junto con cientos de puntos para llamadas de emergencia (o botones del pánico), así como con una flota de drones. Todos estos datos son enviados a centros de mando de última tecnología donde ya se han registrado más de dos millones de incidencias, habiéndose reducido el tiempo de respuesta de 12 minutos a 2,03 desde su lanzamiento. También se ha experimentado una caída del 42 por ciento de los delitos de gran impacto, como los secuestros, y del 33 por ciento de los robos de vehículos. «No hemos encontrado un proyecto parecido en ningún otro país que grabe todo el tiempo. Se necesita mucho espacio y una gran cantidad de banda ancha para eso,» declara José Redon, director del proyecto Ciudad Segura en Thales. «Hemos visto otros proyectos que no han funcionado por falta de presupuesto o de tecnología.»

 

El programa estuvo plenamente operativo en 2012 junto con dos centros de mando móviles. Cuando se realizó el anuncio en abril de 2014 de que se iban casi a duplicar las dimensiones del programa, este ya había sido considerado como el más ambicioso del mundo en materia de seguridad urbana, no solo por su envergadura, sino también por su ámbito. Por una parte, se puede recurrir al reconocimiento de las matrículas para rastrear un vehículo por la ciudad y, por otra, se puede utilizar para facilitar la respuesta de emergencia ante una explosión de gas en un edificio de la Administración, ante un seísmo y para evitar problemas durante la peregrinación de seis millones de personas a la basílica de Guadalupe que tiene lugar en diciembre.

 

Hacerlo posible

Se reunió un equipo multinacional de Thales para crear el sistema. Estaba compuesto por expertos de la central de la empresa en París y especialistas en software que habían participado en un proyecto parecido (aunque a una escala mucho menor) para la policía de Singapur. El equipo creó dos programas principales de software. El primero, el CAD (Computer Aided Dispatch) [Envío asistido por ordenador], se ocupa de procesar la incidencia desde el momento en que una cámara detecta algo o un ciudadano formula una denuncia y se enlaza con todos los servicios de emergencia.

 

El segundo es el VMS (Video Management System) [Sistema de gestión de vídeo] de Thales, que procesa el flujo de datos procedentes de todas las cámaras. Al comprimir las imágenes grabadas, puede enviar de forma simultánea los datos a los distintos centros de mando. Además, no solo puede soportar las actuales 8.000 cámaras, explica Redon, sino que ofrece un «crecimiento ilimitado», lo cual es bueno si se tiene en cuenta que ya hay previstas otras 7.000 cámaras más. Hasta 500 agentes de policía pueden vigilar en cada turno 16 cámaras al mismo tiempo mediante tres monitores dotados de CAD, WMS y un GIS (Geographical Information System) [Sistema de información geográfica] para aislar el área exacta que estén vigilando.

 

En el núcleo del programa se sitúa el centro C4I (Computerised Command, Control, Communications and Intelligence) [Mando, control, comunicaciones e información informatizados] central, que alberga a la mitad de las fuerzas de vigilancia y al alcalde en caso de que una incidencia requiera su supervisión. Los noticiarios locales han dicho que este sistema da a la policía «una visión de la ciudad.»

 

Respuesta coordinada

El éxito del programa no ha consistido solo en poner a funcionar la última tecnología. También se integra en la forma de funcionamiento de los servicios de emergencia y ambos interactúan el uno con el otro, por no mencionar que se ha ganado la aprobación de los ciudadanos.

 

Existen diversos servicios policiales y de ambulancias en la ciudad y Guido Sánchez, director del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), destaca los beneficios de la coordinación en una gran urbe donde a diario se producen cientos de incidencias. «El ERUM solo cuenta con 16 ambulancias, de manera que no nos podemos permitir el lujo de tener dos o tres de ellas camino del mismo sitio», explica. «El C4I nos ayuda a decidir si la llamada es real o si se trata de una falsa alarma y nos permite enviar la ayuda estrictamente necesaria. También significa que podemos enviar ambulancias de la unidad de rescate más cercana al lugar de la incidencia.» Los tiempos de respuesta aún pueden superar los 20 minutos debido al tráfico y a la extensión de la ciudad, pero Sánchez señala que «las vidas dependen» de que el tiempo de respuesta sea mínimo.

 

Señala también otra ventaja. El ERUM está atendido por voluntarios durante los fines de semana, que es cuando más emergencias se producen. El éxito del programa hace que se sientan más seguros cuando trabajan. Sin embargo, no a todo el mundo le gusta la idea de una red de vigilancia. Redon cuenta que fue importante que el alcalde aprobase el cuerpo legal necesario antes de la implantación del programa Ciudad Segura. Se trata de normas que regulan los posibles desafíos legales futuros que puedan surgir. Thales también trabajó codo con codo con la Administración para explicar lo que implicaba el programa en términos de protección y seguridad ciudadana.

 

«Fue un programa político de gran importancia para el alcalde», cuenta Antonio Quintanilla, director de Thales en México. Aunque al principio hubo quien se quejó, los residentes de la ciudad comprendieron enseguida los beneficios, en especial cuando comenzaron a verse los resultados,» cuenta Redon.

 

«En vez de quejarse de ello, se quejan de que no hay suficientes cámaras en su barrio. Quieren más. Quieren tener una cerca de su casa», añade. Thales también tuvo que adaptar el sistema a las demandas cambiantes de los usuarios. «Con el paso de los años, a medida que se ha implantado el sistema, el cliente ha descubierto nuevas formas de utilizarlo y sin duda desea más funciones conforme va adquiriendo experiencia», cuenta Quintanilla. Un buen ejemplo de esto es el rastreo de vehículos. «La función se ha creado y ajustado en el sistema», explica. «Hemos mejorado todo lo que guarda relación con el registro e identificación de matrículas y sobre la forma de utilizar esa información, como es el envío de multas por exceso de velocidad a los conductores.» Los vehículos aéreos no tripulados son la última incorporación y permiten adentrarse en zonas de gran peligrosidad que no se pueden alcanzar con una cámara fija. Tanto Thales como las autoridades de Ciudad de México están muy interesados en investigar nuevas posibilidades e integrar tecnología adicional a medida que vaya apareciendo.

 

Ámbito internacional

«Cuando hablamos de las ciudades inteligentes no hay límites. Solo depende del presupuesto, la imaginación y las aspiraciones del cliente», dice Quintanilla. «Este tipo de sistema se puede conectar a todas las infraestructuras actuales, no solo a las cámaras de las calles, sino también a la red de metro, a los aeropuertos, a las infraestructuras críticas o a lo que se quiera. Se puede ampliar a un perímetro tan amplio como se desee. Es una cuestión de presupuesto y de voluntad política. Sin embargo ―prosigue―, cada proyecto es específico para cada cliente. Es muy complicado proponer una solución estándar de seguridad ciudadana o de vigilancia urbana. Se tiene que adaptar dependiendo de los requisitos y las condiciones concretas del lugar donde está el cliente», cuenta. Esto incluye el concepto operativo, así como las condiciones de vida y las infraestructuras existentes. No obstante, Redon considera que Ciudad Segura es una «referencia imbatible» sobre lo que se puede conseguir en materia de seguridad urbana en el mundo. «Hemos demostrado que funciona en lo que constituye un entorno muy complejo.» Thales México se ha convertido en un centro neurálgico regional en cuanto a conocimientos sobre sistemas de protección, y espera poder alcanzar el mismo grado de éxito en otros mercados latinoamericanos. Al fin y al cabo, seis ciudades de esa región están entre las diez más peligrosas según Naciones Unidas cuando se trata de índices de homicidios. Implantar un sistema así podría transformar las vidas de sus habitantes y ofrecer la esperanza de un futuro más seguro.

 

«Este logro alcanzado con las autoridades de Ciudad de México supone un claro voto de confianza en Thales y en su socio Telmex, así como una muestra irrefutable de los resultados del sistema instalado que se sustenta en su historial de éxitos desde 2011», cuenta Dominique Gallardo, vicepresidenta y directora ejecutiva de Sistemas de protección en Thales. «Con nuestra capacidad mundial y los conocimientos locales de México, estamos bien situados para brindar soluciones de protección de alta gama y abordar los problemas clave a los que se enfrentan las principales ciudades de América Latina y de todo el mundo.»

 

Tal vez Ciudad de México se haya librado de lo más crudo de esta guerra de la droga, pero su población de 21 millones de personas, junto con unas infraestructuras poco desarrolladas y unas calles congestionadas por el tráfico, plantean un importante desafío a la labor policial

Antes de que el programa hubiese finalizado, el entonces alcalde de Ciudad de México viajó a varias ciudades de todo el mundo para ver cómo gestionaban éstas los proyectos de vigilancia urbana y qué tecnología utilizaban