Las soluciones avanzadas de defensa aérea ofrecen a las naciones una protección fiable contra amenazas en constante evolución y cada vez más volátiles. Las tecnologías de Thales son la clave para mantener la superioridad táctica y la independencia estratégica.
El dominio de los cielos es un requisito defensivo básico, y lo ha sido desde los albores de la aviación militar hace poco más de un siglo. Hoy, la necesidad de defender el espacio aéreo soberano es más compleja que nunca, ya que las amenazas se multiplican y se vuelven más diversas.
La variedad, velocidad y complejidad de las nuevas amenazas se les presenta a los comandantes como un desafío cada vez mayor. Las armas hipersónicas son capaces de alcanzar velocidades de Mach 5 y superiores: más de 6.000 km/h. Los misiles modernos son cada vez más ágiles y pueden cambiar rápidamente sus trayectorias. Mientras tanto, los drones armados están emergiendo como una nueva amenaza a baja altitud.
Ninguna de estas amenazas puede considerarse de forma aislada. La posibilidad de saturación de ataques es una preocupación creciente. Estos son ataques que combinan múltiples tipos de amenazas: alta velocidad y baja velocidad, alta altitud y baja altitud, para confundir y sobrepasar a las defensas aéreas.
Ojos en el cielo
Para poder defenderse, lo primero que se necesita es ser capaces de detectar las amenazas con antelación, a fin de disponer del tiempo suficiente para evaluar y reaccionar. El radar es la clave. Los radares multifunción totalmente digitales de hoy en día pueden detectar amenazas en cualquier ángulo. Utilizando la tecnología 4D AESA (matriz de exploración electrónica activa), estos radares son mucho más flexibles en la dirección de las transmisiones y pueden permanecer en el objetivo mucho más tiempo. Por lo tanto, son capaces de detectar una gama más amplia de amenazas antes que las generaciones anteriores, desde objetivos de baja altitud y baja velocidad hasta amenazas que requieran maniobras más complejas.
Todo sigue evolucionando. A medida que las amenazas evolucionan, también deben hacerlo los sistemas de detección. "Uno de los problemas con las amenazas de misiles hipersónicos y balísticos es ser capaces de generar una alerta temprana", dice Luc Dini, Gerente de Línea de Producto, Thales. "Por eso Thales propone una nueva generación de radares de baja frecuencia en bandas UHF y L. Son más sensibles, tienen un mayor alcance y poseen capacidades anti-sigilo, por lo que los objetivos se pueden detectar antes.
Los datos de radar son el elemento vital de los sistemas de defensa aérea. Pero los datos sin procesar son solo el punto de partida. Para enfrentarse a una amenaza, o amenazas, los comandantes deben ser capaces de entender la imagen completa en tiempo real.
"La capacidad de agregar múltiples fuentes de datos es crítica", dice Lesturgie. "Es necesario integrar datos del radar pasivo y UHF, así como del radar primario y secundario convencionales para monitorear el espectro completo de amenazas".
Defensa aérea integral
Lo que sucede con los datos después de que se han recopilado está cada vez más en el foco de atención. Las tecnologías así como la fusión de datos ya se utilizan para dar sentido a la gran cantidad de datos, por lo que se puede utilizar para determinar cómo se abordan las amenazas. Los datos se procesan en menos de un segundo.
La necesidad de esta capacidad está creciendo por varias razones. Además de defender el espacio aéreo nacional, los gobiernos deben proteger a sus fuerzas armadas en el teatro de operaciones. Nuevas políticas de operaciones conjuntas y de combate colaborativo se basan en compartir recursos. Y la credibilidad de la capacidad integrada de defensa aérea de la OTAN depende de una colaboración transfronteriza sin fisuras.
Ya se está trabajando en una solución para ampliar masivamente la integración de sensores y sistemas de armas. La tecnología FCNet (red de control de incendios) utiliza inteligencia artificial y herramientas de big data para adaptar las tácticas de defensa, de modo que las amenazas se puedan vencer de manera rápida y efectiva.
La creciente complejidad del paisaje significa que los comandantes necesitan una imagen lo más clara posible, y necesitan conocer todas sus opciones. Por lo tanto, la próxima generación de sistemas de mando y control se está construyendo en torno a interfaces ergonómicos humano-computacionales para acelerar la toma de decisiones. En lugar de simplemente reaccionar a los ataques, los comandantes podrán anticiparse a ellos. Como con todas las soluciones de Thales, este sistema está cibersecurizado desde el inicio de su diseño.
"La calidad de la información es vital", subraya Lesturgie. "Estamos trabajando en varios ejes y desarrollando algoritmos para verificar la consistencia de la información". El objetivo es utilizar fuentes más amplias de inteligencia para mejorar el conocimiento del contesto. Esto incluye el análisis de "lo que se comenta" en las redes sociales, que proporciona información que podría tener un alto valor para un comandante aéreo.
Las tecnologías digitales son clave para mantener la superioridad táctica y la independencia estratégica. Pero con la tecnología ahora completamente integrada, ¿no existe el riesgo de que las máquinas terminen tomando decisiones por sí mismas?
"Los operadores tendrán acceso a tecnología avanzada que les ayudará a tomar mejores decisiones, más rápido que nunca", dice Dini. "Sin embargo, la decisión final, la decisión de actuar o no, siempre la tomará una persona".