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Soluciones para el futuro del transporte multimodal

La pandemia del COVID-19 ha golpeado fuertemente el sector del ferrocarril. El descenso en la demanda de pasajeros es una de las principales consecuencias de esta crisis, promovida por la interrupción de la vida comercial, social y el aumento del teletrabajo, todo ello unido al miedo al contagio. Pero incluso cuando las personas regresen a sus puestos de trabajo, y retomen sus planes cotidianos, la incertidumbre será una máxima sobre los nuevos modelos de viaje ¿Alguna vez se reestablecerán y volverán a niveles previos a la crisis sanitaria?

La monitorización, auditoría y predicción de los flujos de viajeros que transitan por la red son valiosas herramientas para garantizar el confort de los pasajeros y lograr una gestión más eficiente de los recursos. La tecnología es capaz de adaptar la oferta de transporte a las nuevas regulaciones locales y a la demanda de viajeros, muy cambiantes en periodos de crisis, facilitando la gestión del tráfico ferroviario, aumentando o disminuyendo la oferta de trenes. Los pasajeros son informados automáticamente a través de diferentes canales: pantallas, web, megafonía, etc. La anticipación es clave, no sólo para evitar aglomeraciones, sino también desplazamientos innecesarios a los ciudadanos y personal de transporte, además del ahorro de costes para el operador.
Las soluciones de Thales, basadas en plataformas de análisis masivo de datos, ya se encuentran disponibles en algunas de las redes de transporte más relevantes a nivel mundial, permitiendo una gestión óptima de los recursos y garantizando en todo momento la seguridad de los viajeros mediante soluciones avanzadas.

“Las problemáticas derivadas de la crisis del COVID en el sector del transporte plantean un reto que debe abordarse desde un concepto multimodal, poniendo especial foco en la atención al pasajero” explica Jose Luis Arana, responsable comercial para transporte.

Esto es posible gracias a los Sistemas de Gestión de Tráfico que detectan conexiones perdidas que llevarían a muchos pasajeros a esperar en las estaciones. Las simulaciones y pronósticos hacen posible coordinar salidas, solo cuando el destino ha asegurado las conexiones necesarias.

El sistema realiza una evaluación de métricas (KPI) basadas en el estado de ocupación para la mejora de la planificación de transporte. Toda la información recopilada ayuda al operador a realizar simulaciones que redundarán en una mejor planificación de los horarios, de seguridad y previsión, así como del ahorro de costes. El tráfico intermodal puede sincronizar conexiones con interfaces digitales. De esta forma, los pasajeros contarán con más información y servicios de recogida, impulsados por datos fiables y validados.

Ajustar tiempos para aumentar o reducir el número de trenes, así como evitar la aglomeración de gente en estaciones, andenes y trenes es fundamental, pero también ser capaces de reducir los convoyes en operación y planificar periodos de higienización entre turnos de tren para cumplir con las medidas sanitarias. Cambios en horarios coordinados automáticamente con la información a pasajeros, así como vía web en las estaciones.

Para ello Thales cuenta con soluciones digitales como NAIA diseñada específicamente para entender los viajes de los pasajeros. Mediante el uso de datos de adquisición de tickets y barreras de entrada y salida, la aplicación ejecuta un algoritmo único para recrear el viaje de cada pasajero en una red. La información adquirida en este proceso se utiliza para calcular tres indicadores principales de rendimiento de la experiencia del pasajero: el tiempo de espera, la ocupación de la plataforma y la ocupación del tren.

Transporte multimodal

Esta crisis debería servir para lograr una red multimodal de corredores para toda la Unión Europea que permita el transporte rápido y sencillo de personas y mercancías, alejándonos de un enfoque basado en proyectos de prioridad individual, para pasar al de una red multimodal que comprenda todos los modos de transporte.

“El viaje sin contacto” de puerta a puerta sin interrupciones, ni barreras a través de varios medios de transporte es más necesario que nunca, para ello el embarque automático mediante verificación facial con tecnología biométrica evita la manipulación de títulos de transporte y por tanto el contagio, se puede integrar con los diferentes operadores en los tránsitos de transporte aeroportuario, aportando una mayor facilidad, seguridad y descongestión al sistema de transportes multimodal.

Este “viaje sin contacto” es posible gracias a la solución biométrica FRP (Face Recognition Platform) de Thales, ya en fase piloto en el Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez, uno de los más concurridos a escala mundial. Sin duda una solución que puede ser adoptada también en estaciones de tren, ya que se alcanzan dos objetivos prioritarios en este momento: la seguridad sanitaria de viajeros y personal, así como la mejora de la experiencia de viaje.

Con el “viaje sin contacto” aumentamos la percepción de seguridad en los tránsitos y se impulsa la recuperación de la actividad en restauración y compras.

 

Los retos que nos deja la crisis sanitaria son importantes. No hay duda de que se deberán implementar nuevos modelos en el uso de transporte, minimizando el contacto, pero no sólo entre los pasajeros sino también entre estos y la propia infraestructura, promoviendo también el uso de aplicaciones móviles para el acceso, así como puertas automáticas.

Se requerirán nuevas formas de operar para reducir costes y aumentar la capacidad. Una mayor automatización permitirá a los operadores de transporte y administradores de infraestructura lograr estos objetivos, pero no debemos olvidarnos de que los viajes deben ser seguros a la vez que confortables para los pasajeros, recuperar su confianza, es más necesario que nunca.