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La tecnología digital ayuda a los operadores del ferrocarril a afrontar la crisis del Covid-19 y a forjar un vínculo más estrecho con sus pasajeros.

Son tiempos difíciles para los operadores del ferrocarril. La cantidad de pasajeros va en descenso. Los ingresos están bajo presión. Y a medida que el confinamiento se va relajando, los operadores se enfrentan al reto de adaptar sus redes para minimizar el riesgo de infección.

Mirando al futuro, los operadores del ferrocarril necesitarán afrontar aún el trabajo más duro para restaurar, tanto la rentabilidad como la confianza de los pasajeros. Esto no sólo significa recuperar la confianza, sino también estar preparado para adaptarse a los nuevos patrones de viaje hasta que la gente se replantee la forma en que vive y trabaja.

 Una tormenta perfecta

No existen precedentes para los retos a los que se enfrenta el transporte ferroviario. En primer lugar, los operadores necesitan proteger la salud de los pasajeros y de los empleados. Esto significa supervisar y ejecutar el cumplimiento de las reglas de higiene, como la distancia social y el uso de mascarilla. También necesitan garantizar lo más rápido posible el cumplimiento de las nuevas normativas, muy cambiantes en periodos de crisis e incertidumbre.

En medio de todo esto, los operadores necesitan mantener los servicios de tren. Esto está siendo aún más difícil por las normas de distanciamiento social que restringen el personal que puede estar en el mismo sitio al mismo tiempo. Mientras tanto, la necesidad de supervisar a los pasajeros y realizar una limpieza profunda está llevando los recursos al límite.

Ante esta situación, los operadores están afrontando una crisis de ingresos sin precedentes. El número de pasajeros en algunas redes ha disminuido en un 95% en pleno confinamiento. Aunque el tráfico se recupere gradualmente, los operadores creen que tendrán que administrar sus redes con una cantidad de pasajeros mucho menor que su capacidad real y, por lo tanto, su volumen de negocios también disminuirá.

¿Cómo está ayudando la tecnología digital?

Una  cosa que ha quedado clara durante la crisis es el valor de la tecnología digital. Las soluciones digitales ayudan a los operadores ferroviarios a proteger a sus pasajeros, a mejorar la toma de decisiones e impulsar la movilidad en un momento en el que es más necesario que nunca. Las herramientas digitales pueden ser desplegadas rápidamente y ofrecer a los operadores la oportunidad de obtener logros rápidos, así como crear valor a largo plazo.

La principal prioridad, es mantener seguros a los pasajeros. El análisis de vídeo basado en Inteligencia Artificial juega un papel fundamental aquí, permitiendo a los operadores supervisar la densidad y flujo de los pasajeros, no sólo en las estaciones, sino también en los trenes en movimiento. El análisis de vídeo y la biometría se utilizan para detectar el uso de mascarillas, mientras que la imagen térmica proporciona un control de la temperatura instantáneo. La privacidad de los pasajeros está protegida en todo momento.

El atractivo del  análisis de video es que las soluciones pueden vincularse a los activos existentes, así como los sistemas de información de los pasajeros y tickets de puertas de entrada, para generar alertas y controlar el acceso a las estaciones y los andenes. Alguna de estas soluciones se pueden establecer en cuestión de días.

Los trenes sin conductores son otro ejemplo de cómo las soluciones digitales mantienen a todo el mundo en movimiento. La clave de la tecnología es el control de trenes basado en comunicaciones (CBTC). Las redes CBTC sin conductores requieren menos personal y servicios que puedan adaptarse fácilmente para corresponder a la demanda. La frecuencia del tren se puede impulsar con solo cliquear el ratón, y los pasajeros no tendrían que esperar mucho.

Las herramientas para el trabajo a distancia son también operaciones transformadoras. Esto permite al personal del centro de control y a los operadores de la estación a trabajar en colaboración desde ubicaciones separadas a través de un portal web seguro, movilizando al personal y reduciendo drásticamente el número de personas que necesitan estar de forma presencial.

¿Qué ocurrirá después?

Nadie puede predecir con exactitud cómo transcurrirá el futuro después del Covid. Pero hay dos cosas claras.

Primero, la actual caída del número de pasajeros es probable que sea pasajera. En Europa, los datos de teletrabajo a largo plazo sugieren que la proporción de personas que a menudo trabaja desde casa es aproximadamente del 5%, una cifra que apenas ha cambiado en décadas. Los patrones de viaje en tren pueden cambiar, pero la demanda total puede verse un poco afectada a largo plazo.

Segundo, hay ahora una necesidad urgente de dar a conocer las redes ferroviarias de la siguiente generación. Los ferrocarriles ecológicos de capacidad digital no sólo serán vitales para impulsar la recuperación económica, sino también es probable que atraigan los estímulos financieros. De hecho, un informe de Naciones Unidas sugiere que el sector del transporte ecológico después del Covid podría crear unos 15 millones de empleos a nivel mundial.

La tecnología digital tiene la llave para construir los ferrocarriles del mañana. Esto permite a los operadores  recuperar la confianza de los pasajeros con servicios que son más fiables, más accesibles y más atractivos. Lo más importante de todo, es que permite a los operadores reposicionar al pasajero al centro estratégico.

 ¿Cómo puede ayudar Thales?

Thales ofrece un portfolio completo de soluciones digitales para el ferrocarril. Esto incluye comunicación integral y sistemas de supervisión, sistemas de señalización de ferrocarriles urbanos, sistemas de señalización de la vía principal y sistemas de acumulación de ingresos.

Todas nuestras soluciones son completamente automatizadas, minimizando la necesidad de intervención del ser humano. Cualquier cosa puede ser integrada en una plataforma digital. Estas soluciones usan machine learning y análisis de datos para transformar el resultado y para alcanzar nuevas sinergias.

Thales incorpora la transformación digital a través de su habilidad de analizar un alto volumen de datos complejos. Esto  permite mejorar constantemente la toma de decisiones y la movilidad, proporcionándo al gestor de la infraestructura y a sus pasajeros la información correcta en el momento correcto.

 

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