La vía: sucesión de raíles, traviesas  y argamasa pavimentada. El ferrocarril transcurre sobre ella de igual forma que a lo largo de historia del cine. En sus vagones hemos comprobado cómo puede ser el lugar más aterrador, el transporte más romántico o el escenario en donde Hercules Poirot trataba de resolver un crimen. Este animal cinematográfico nos ha acompañado en películas memorables,  que hoy son recordadas por todos. Sin olvidarnos de las estaciones, en Thales queremos rendirle homenaje recordando una decena de grandes títulos ferroviarios de muy distintos géneros.

“Alarma en el expreso”

Dirigida por el gran Alfred Hitchcock dirigió en 1938. Magnífica  película de espionaje, perteneciente a la etapa británica de Hitchcock y ambientada a bordo  del Transcontinental Express. El cineasta se inventa una excusa,  el conocido desde entonces  como “McGuffin”: a la protagonista se le pierde una anciana y los otros pasajeros aseguran que nunca existió o ha estado ahí, al menos. Algo huele a podrido en el Transcontinental Express. Film ligero y musical, dentro de un argumento rabiosamente moderno.

“Breve encuentro”

Una de las cumbres del cine romántico, rodada con el corazón por el gigante David Lean y protagonizada por Celia Johnson y Trevor Howard. Un amor adúltero, algo que se repite en la mayoría de los grandes títulos del género, que tiene gran parte de su acción en una estación de tren (son varias las utilizadas para el rodaje, en su mayoría en Beaconsfield, casi 40 kilómetros al noroeste de Londres). Una vez subido a la película, el espectador se deja llevar.

“Asesinato en el Orient Express”

Una de las novelas más conocidas de Agatha Christie, adaptada a la gran pantalla. El archiconocido detective Hercules Poirot vuelve desde Estambul, con destino Londres, en el mítico Orient Express. Durante el trayecto debe averiguar quién de entre los pasajeros ha asesinado al multimillonario estadounidense Samuel Ratchett.

“El tren de las 3:10”

Van Hefflin asume el papel de llevar al criminal Glenn Ford a Yuma, en un argumento que hemos visto otra vez recientemente, con Russell Crowe y Christian Bale, en un digno remake. Mientras llega el tren, las manecillas avanzan y la tensión se mastica. Negra, dura y magistral demostración de Delmer Daves, probablemente en su mejor película.

“El gran robo”

El 8 de agosto de 1963, una banda de 17 delincuentes se llevó 2,6 millones de libras (equivalente a unos 47 millones de euros de hoy) del tren que circulaba hacia Glasgow, a la altura del condado de Buckinghamshire (al norte de Londres), después de manipular las señales de las vías para forzar la detención de los vagones. Ronnie Biggs fue el cerebro de ese atraco, conocido como “el robo del siglo”. La adaptación de la historia más fidedigna es Buster (el gran robo), de 1988, protagonizada por Phil Collins. El director David Green se basó en la historia de Buster Edwards, otro de los asaltantes, y el propio delincuente asesoró en la realización de la película, que obtuvo una nominación al Oscar a mejor canción original.

“El último tren de Gun Hill”

Uno de los mejores trabajos del gigante John Sturges, director de “Duelo de titanes” y “Los siete magníficos”. La mujer india del sheriff, Kirk Douglas, es violada y asesinada por dos desequilibrados, uno de los cuales resulta ser el hijo de su mejor amigo, el terrateniente Anthony Quinn. El deseo de venganza y la amistad se debaten en una lucha sin ganador posible, lo que da lugar a un western memorable, con un final apasionante junto a las vías del tren.

“El tren”

A pocos días de la liberación de París, el general nazi Paul Scofield quiere limpiar París de cuadros impresionistas. Burt Lancaster, héroe de la resistencia que pretende impedirlo, mantienen un inteligente duelo muy bien rodado, en clave de western desubicado, por John Frankenheimer.

“El emperador del norte”

Fantástico duelo de Robert Aldrich entre un orgulloso responsable de un tren y un polizón profesional. Ernest Borgnine y Lee Marvin están sensacionales en esta película repleta de humor negro y violencia (de todos los colores).Rodada en Oregón (1933),  trata sobre los vagabundos sin trabajo que, durante la Gran Depresión, se desplazan de un estado a otro viajando clandestinamente en los trenes, el número uno es el Emperador del Norte (Marvin), llamado así por su astucia para burlar a los ferroviarios. Dos hombres aspiran a arrebatarle el título, pero para ello tendrán que llegar a Portland en el tren de Sack (Borgnine), un sádico e implacable maquinista. Inspirada en las aventuras de Jack London, célebre escritor de novelas de aventuras como “Colmillo Blanco”.

 “El tren del infierno”

Manny, el recluso más duro de una remota cárcel de Alaska, elabora un audaz plan y consigue evadirse con su compañero Buck. En un tren de mercancías, ambos van camino de la libertad; pero, de repente, el maquinista sufre un infarto y muere. Entonces los dos fugitivos se sienten atrapados, solos y lanzados a toda velocidad hacia una muerte segura. Hasta que descubren a un tercer pasajero: una hermosa ferroviaria que está tan desesperada y decidida a salvarse como ellos.

Curiosa cinta, cuya historia original es del  célebre director japonés Kurosawa, lo que confiere a la acción un toque metafísico. El director, Andrei Konchalovsky, recurre al  veterano y contrastado Jon Voight, que encuentra la réplica en la bella Rebecca De Mornay.

“El maquinista”

El polifacético Christian Bale actor protagoniza este thriller psicológico de insomnios y alucinaciones terroríficas, coproducida con capital español. Célebre por la enorme pérdida de peso/desnutrición de Bale,  podemos ver también a Aitana Sánchez-Gijón y a algún otro actor patrio. Gran puesta en escena y un soberbio protagonista compensan el viaje.