Uno de los mayores desafíos que enfrenta la industria ferroviaria hoy en día es el mantenimiento. Una red bien mantenida es el principal impulsor de la satisfacción de los pasajeros, pero también es costosa, con muchas tareas manuales que requieren mucho tiempo.
Por ejemplo, en Europa, los operadores ferroviarios gastan entre 15 y 25 mil millones de euros cada año en mantenimiento y renovaciones. ¿Te imaginas el impacto en el resultado final de nuestros clientes si pudiéramos ahorrar un 1% (entre 150 y 250 millones de euros cada año) en estos costes ...?
Entonces, ¿cómo podemos reducir los costes y mejorar la confiabilidad sin comprometer la seguridad del personal?